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Semana Santa en Medellín y sus corregimientos. Foto eltiempo.com

¿Cómo se vive la Semana Santa en los corregimientos de Medellín?

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Por: María Pilar Pineda Puerta. Fotos: Alcaldía de Medellín. Editor: Alonso Velásquez Jaramillo. |

Medellín cuenta con cinco corregimientos que hacen parte de la ruralidad, haciendo que esta capital sea más campo que ciudad. Un campo que conserva su tradición y más...

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  • Medellín cuenta con cinco corregimientos que hacen parte de la ruralidad, haciendo que esta capital sea más campo que ciudad. Un campo que conserva su tradición y más cuando se habla de la Semana Santa, conmemoración que se cuida y se respeta, volviéndose un escenario de participación, devoción y fe de los habitantes de nuestra ruralidad.

    En Medellín se vive con mucha fe la Semana Santa y ni qué decir en sus cinco corregimientos donde se respeta y se cultiva esta tradición, que dese épocas ancestrales, con la llegada de la colonia y la evangelización que trajo consigo, tres de estos territorios llevan nombres de santos y uno, el de una santa:  San Cristóbal, San Antonio de Prado, San Sebastian de Palmitas y Santa Elena.

    Para la época de Semana Santa la preparación comienza desde días atrás y es así como los corregimientos guardan y conservan esta tradición, celebrando esta conmemoración religiosa católica engalanando sus calles, con la presencia de la comunidad y las imágenes que hacen referencia a cada momento vivido de este momento de la historia.

    Semana Santa en Medellín y sus corregimientos. Foto eltiempo.com

    Semana Santa en Medellín y sus corregimientos. Foto eltiempo.com

    Conocer cómo se vive esta época esta celebración en estos territorios y resaltar lo que se hace en cada uno de ellos, para que no solo vivan la de la ciudad, sino para que las personas se preparen para vivirla desde estos lugares, con propuestas que les llevará a reconocer a Jesús desde el arte, la humanidad, la naturaleza y el amor que se unen para recordar a este personaje de la historia.

    La invitación es a visitar los cinco corregimientos de Medellín y a vivir la Semana Santa pasando desde lo tradicional, lo artístico y lo humano, como muestra de devoción, fe y el amor que existe en los corazones de cada persona que se disponga a vivirla.

    En San Cristóbal, la Semana Santa es más humana que tradicional

    Vista Templo Parroquia de San Cristóbal.

    El corregimiento San Cristóbal está ubicado a once kilómetros de Medellín.  Se trata de la comuna 60 y limita por el norte, con el municipio de Bello, por el oriente, con el perímetro urbano de Medellín; por el sur, con los corregimientos de Altavista y San Antonio de Prado y por el occidente, con el corregimiento San Sebastián de Palmitas.  Sus habitantes son gente cálida y amable, como es común en las comunidades rurales.

    La Semana Santa que se vive desde la Parroquia de San Juan XXIII que se encuentra ubicada en el sector Nuevo Occidente, cerca a la estación La Aurora del Metrocable, es humana y testimonial. Como dice el párroco José Montoya Franco: “en la Semana Santa sentimos la vida de Jesús en cada corazón y en esa realidad estoy yo.”

    Esta parroquia lleva 13 años de su constitución y nace alrededor de la Ciudadela Nuevo Occidente, lo que hace que no se viva de forma tradicional, sino que recurre a las experiencias de vida y a testimonios de las personas. Acá se resalta el viacrucis que la parroquia organiza en conjunto con los feligreses que son los protagonistas de este día. La vía crucis​ o viacrucis​​ que en latín significa “el camino de la cruz” y como dice José Montoya su párroco: “todos cargamos con una cruz en alguna circunstancia de la vida y eso nos hace parecidos a Jesús, pues se han cargado con amor”

    Padre José Montoya Franco; Sacerdote de la parroquia de San Juan XXIII de San Cristóbal. Lilian Aidé Mazo y Ana María Ortiz; habitantes de Nuevo Occidente, parroquia San Juan XXIII, Julián González; acólito y misionero de la parroquia San Juan XXlll.

    Es este el sentido de amor y aprendizaje de cada situación que vivimos en la vida, que nos enseña a cargar la cruz. Es el testimonio de Aidé Mazo que tiene a su hija Ana María, con solo 20 años de edad, diagnosticada con parálisis cerebral. Ella decidió cargar su cruz con paciencia y con fe, pues dentro del diagnóstico médico le decían que su hija no iba a caminar, pero como la fe mueve montañas y la oración de una madre va directo al cielo, hoy por hoy su hija camina a pesar de su diagnóstico.

    Este es el testimonio de vida que Doña Aidé dio a conocer en la estación “La vía crucis Jesús carga con la cruz”. “Cuando la cruz se carga con amor no es difícil”, comenta con su rostro lleno de felicidad y regocijo, pues ella vive a Jesús desde el corazón, a través de su testimonio de vida.

    La vivencia de algunos feligreses de San Cristóbal se expone en el viacrucis como experiencias y testimonios de vida que inspiran a cargar la cruz y a sentir el amor en las circunstancias más adversas.

    En San Antonio de Prado, la devoción de la resurrección, hizo del evangelio un arte

    Iglesia San Antonio de Prado

    San Antonio de Prado está registrado como la comuna 80.  Es un corregimiento localizado al suroccidente de la ciudad. Limita con los municipios de Itagüí, La Estrella, Heliconia y Angelópolis y con los corregimientos de San Cristóbal, San Sebastián de Palmitas y Altavista. Su clima es más bien frio y sus habitantes son amables y siempre te reciben con una sonrisa. Usan ruana y parecen tímidos, pero es todo lo contrario, conversan y hacen de los cafés del parque un punto de encuentro mañanero, que los obliga a comer buñuelos, pandequesos y a tomar perico luego de la eucaristía.

    Así se puede describir el ambiente pradeño de fin de semana; además de la presencia de los Mercados Campesinos que con sus verduras y alimentos frescos brindan una opción de almuerzo muy paisa como el sancocho, los frijoles o el sudado.

    Vista desde arriba San Antonio de Prado

    La Semana Santa de San Antonio de Prado se destaca por el trabajo y la participación viva y real de los grupos pastorales de hombres y mujeres pradeños, que hacen que esta celebración sea en comunidad y puedan lucirse todos los que participan de ella y en especial los jóvenes, que la adornan con el amor, devoción y estilo que se les ha inspirado desde España. Muestra de ello son los trajes que utilizan como expresión artística con los que engalanan sus procesiones.

    Es así como Jorge Hernán Jaramillo, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Potreritos, corregimiento de San Antonio de Prado, destaca la unión de los feligreses unidos a sus agentes de pastoral, un trabajo juicioso que durante ocho años ha ofrecido la participación de jóvenes, niños y niñas y adolescentes, además de aprovechar para evangelizar y promover lo que es la liturgia.

    Jorge Hernán Jaramillo, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Potreritos y Felipe Martínez Arenas, teólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana y apoya al grupo de coordinadores de la Cofradía Jesús de Nazaret.

    Hoy los encargados de articular el trabajo con relación a la Semana Santa en San Antonio de Prado, son los integrantes de la Cofradía Jesús de Nazareth, que con su entusiasmo, amor y devoción inspiran cada vez más a los pradeños a participar de forma activa de la Semana Mayor.

    Esa organización y trabajo en equipo se vive gracias al trabajo arduo de esta Cofradía, que se destaca por unir a los agentes de la pastoral del corregimiento. Felipe Martínez Arenas, teólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana, hace parte de ella, como apoyo el grupo de coordinadores y cuenta cómo es la labor realizada para llevar a feliz término esta semana, que más que un receso, es vivir y sentir a Dios en el corazón.

    Finalmente, se reconoce el trabajo, ideación, empeño y creatividad que cada año sale a escena para ser visto por propios y extraños y vivir el evangelio hecho arte por los pradeños.

    En Santa Elena, lo que sube en glorificación, baja en bendición

    Iglesia Santa Ana de Mazo Santa Elena

    Santa Elena es el corregimiento de mayor reconocimiento cultural y turístico de Medellín.  Se sitúa a 17 kilómetros de distancia de la ciudad y está enmarcado administrativamente como la comuna 90.  Su clima es frío, pues queda bien arriba en una montaña casi cerca al cielo. La neblina es espesa y es la que le da la bienvenida a los visitantes al llegar a ese paraíso que está lleno de flores. Allí vale la pena parar en la variedad de tiendas que hay en el camino para tomarse un tinto, comerse unos sabrosos buñuelos y empanadas o para disfrutar de una buena comida y nutrirse de calorías para no sentir tanto el frio.

    En Santa Elena, no solo las flores se engalanan en agosto con ocasión de la Feria de las Flores. También se reservan para adornar y ofrendarse en la Semana Santa y es así como en la vereda Barro Blanco, varias familias se unen para embellecer esta conmemoración.

    No solo flores cargan los silleteros, también es su fe que se vuelve arte a través de sus flores que ahora adornan a los santos, al Señor, a la Santísima Virgen María, en ofrendas florales que hacen los silleteros al Creador del Universo.

    Desde la parroquia de Nuestra Señora del Carmen se preparan meses antes y se reúnen para conceptualizar esta conmemoración. Su párroco, Nelson Darío Gil Mazo, destaca que: “entonces es inculturar la fe en esa cultura silletera” en un sentido más claro, es la integración de una cultura silletera a la devoción de la Semana Santa.

    Padre Nelson Darío Gil Mazo. Parroquia Nuestra Señora del Carmen, vereda Barro Blanco, Santa Elena y Felipe Londoño Londoño, silletero de Santa Elena. Integrante del comité organizador de la Semana Santa en la vereda Barro Blanco.

    Es muy particular que años atrás eran muy pocas las flores que se veían en la Semana Santa. Ahora, adornar una anda y un santo, se volvió un acto de fe y de ofrenda de los silleteros que hacen con amor, alegría y dedicación.

    Como dice Felipe Londoño Londoño, silletero de Santa Elena: “con la llegada del padre Nelson a la parroquia se ha logrado articular lo religioso, lo artístico y lo cultural, en la Semana Mayor de la vereda.”

    Felipe Londoño Londoño, silletero de Santa Elena. Integrante del comité organizador de la Semana Santa en la vereda Barro Blanco.

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    Casa de Gobierno Santa Elena

    Las familias de la vereda Barro Blanco se vinculan en la decoración de una anda o de las diferentes cruces para el recorrido del viacrucis, utilizando las propias flores de sus jardines y de sus diferentes cultivos.

    Lo representativo es la unión que se ha hecho con las familias del sector El Rosario de Barro Blanco, de las veredas La Palma y El Placer para que las flores sean protagonistas en estas celebraciones.

    Felipe Londoño Londoño, silletero de Santa Elena. Integrante del comité organizador de la Semana Santa en la vereda Barro Blanco.

    La invitación es a vivir una Semana Santa llena de devociones, amor, cuidado y con mucho arte floral, haciendo de las flores una ofrenda de glorificación que baja a nosotros en forma de bendición.

    En Altavista, todos los sectores unidos en la fe, viven la Semana Santa

    Corregimiento Altavista

    El corregimiento de Altavista, comuna 70, está ubicado al occidente de la ciudad.  Su constitución se dio a partir de 1987, mediante el acuerdo 54 que redefinió la sectorización de Medellín y creó este corregimiento como una unidad político administrativa.

    Para llegar a Altavista se sube por su vía principal y a medida que se recorre van apareciendo casitas y ladrilleras. Allí hubo hasta 50 de ellas y ahora solo quedan siete y dos canteras de las que se extraen arena, recebo, cascajo y tierra roja para fabricar adobes y tejas. Muchos de los edificios que se ven más allá del río Medellín se levantaron con materiales de construcción sacados de las entrañas de este territorio.

    Los habitantes de Altavista son cálidos, emprendedores, alegres y ponen sus habilidades al servicio de las personas y eso es los que se destaca en una celebración como la Semana Santa.  Allí los jóvenes se unen para cantar, para ser parte de la logística y llevar a cabo esta conmemoración. Además, y lo más importante es la articulación de los sectores para acordar rutas y sus ofrendas durante la Semana Mayor.

    Juan Diego Arcila Londoño; Consejo Pastoral de la Parroquia Jesús Nazareno de Altavista, María Laura Arcila Gómez: Logística Semana Santa, Melany Arcila Gómez; Corista parroquia Jesús Nazareno de Altavista

    El coro prepara sus canciones para que vayan acordes con el momento. El grupo juvenil se reúne para definir la logística y sus roles dentro de las procesiones. Como parte de los sectores, está el juvenil, quienes con su presencia engalanan las calles de amor y de devoción, lo que convoca a cada joven y a los feligreses a hacer parte de esta Semana Mayor. 

    Disfrutar de una Semana Santa tradicional, acompañada del coro y de los jóvenes del corregimiento, junto con la comunidad que unida y articulada por sectores recorre sus calles viviendo con fervor esta Semana Mayor, para que renazca el amor, es la huella que deja la celebración de esta época en este territorio.

    En San Sebastián de Palmitas, la Semana Santa es sinónimo de tradición 

    Vista desde arriba de San Sebastián de Palmitas

    Fue nombrado San Sebastián de Palmitas, San Sebastián de La Aldea y posteriormente, por la cantidad de palmas de cera que crecen en su territorio fue llamado Palmitas.

    Está ubicado al occidente del Valle de Aburrá y localizado en el extremo noroccidental de la ciudad de Medellín. Es un paso obligado por el túnel de Occidente o Fernando Gómez Martínez y a medida que se avanza en el camino, se puede ver a lo lejos como este corregimiento cuelga de la montaña, como si fuera un pesebre.

    Al estar en la parte alta de la montaña, su clima es frio y tal vez por eso hay tantas panaderías, para ser tan pequeño. Además, se pueden disfrutar allí de las mejores arepas de huevo. Sus calles son angostas y empinadas, pegadas a la montaña; un súper atributo que lo hace tener una hermosa vista.

    Lo especial de vivir la Semana Santa en San Sebastián de Palmitas es su paz y tranquilidad. Es así como los feligreses la viven. Sus organizadoras -en su mayoría mujeres- sienten esta conmemoración con devoción y regocijo. Un llamado a vivirla con la tranquilidad, el amor y la reflexión que amerita esta fiesta religiosa.

    Gloria Vargas Maya; Feligrés y organizadora de la Semana Santa. Iglesia San Sebastián de Palmitas, Mary Carvajal;  feligrés y organizadora de la Semana Santa. Iglesia San Sebastián de Palmitas, Marbella Garmendia; feligrés y organizadora de la Semana Santa. Iglesia San Sebastián de Palmitas, Gladys Edilia Arboleda Arango; feligrés y organizadora de la Semana Santa. Iglesia San Sebastián de Palmitas.

    Es así como estas mujeres se piensan la Semana Santa desde el corazón y desde la fe. Durante esos días santos el templo de San Sebastián de Palmitas se viste de reflexión para escuchar la palabra y para sentirla en el corazón, siendo testigos del amor de Dios.


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