Hidroituango, el orgullo de miles de trabajadores y millones de antioqueños

Por la experiencia que han vivido en la materialización del proyecto, el sentimiento que guardan por él es de satisfacción, amor y agradecimiento.

“Mi expectativa es ver este proyecto ya arrancando, generando energía. Ver el primer pozo -la primera unidad- generando energía”, señala Sebastián, uno de los pintores de los pozos de presión de la obra.

La Central Hidroeléctrica Ituango es, actualmente, la obra de infraestructura más grande del país. Antes de finalizar este año lucirá su trabajo de ingeniería con la puesta en funcionamiento de las dos primeras unidades de generación de energía con 600 megavatios (MW) de las ocho que, paulatinamente, entrarán en operación comercial, con una capacidad de 2.400 MW, lo que equivale al consumo de 7 millones de hogares.

Esto se da gracias a la labor y al entusiasmo de miles de colombianos quienes hacen parte de su fuerza de trabajo; personas que de manera organizada y con paciencia, bajo el liderazgo de EPM, han contribuido a que su construcción esté en un avance superior al 90 %, lo que es motivo de orgullo para el presidente de la Junta Directiva de EPM y alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle: “Hidroituango avanza con transparencia. Sacamos adelante la obra con la verdad y recuperando la plata de la gente”.

Hombres y mujeres, quienes con ahínco y capacidad de sobreponerse a eventos aparentemente insuperables como la emergencia que aconteció en la hidroeléctrica en abril de 2018, en la que no se perdieron vidas, demostraron que sí se puede avanzar aún en circunstancias extremas y que, después de hacer lo humanamente posible, la esperanza es lo último que se pierde.

Saber que este proyecto hidroeléctrico cumplirá con su misión es un motivo de aplausos porque es la esperanza energética de Colombia. Es que la energía es un recurso que es “insustituible”, sin el cual un país no podría sostenerse, crecer y evolucionar, ya que se requiere para la vida diaria, igualmente, en la producción de bienes y servicios, lo que a su vez lleva a la generación de empleo y a la reducción de la pobreza.

Un valor para destacar es que la generación de energía del país es mayoritariamente hídrica, la cual cuenta con atributos especiales por provenir del agua y que benefician directamente a los colombianos: es limpia, por ejemplo, Hidroituango evitará la emisión de 4,4 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año, que se producirían si fuese de generación térmica; es firme, gracias al embalse, lo que hace que la energía se produzca en diferentes momentos, a diferencia de la solar y la eólica; y es más barata, en comparación con la energía que se genera desde plantas térmicas.

Una obra que ha sumado a sus vidas 

Varias razones sustentan por qué Hidroituango es un proyecto de país. Una de ellas es que su talento humano es diverso en cuanto, por ejemplo, a su lugar de origen, experiencia, nivel cultural y educativo. Hay quienes habitan en los municipios aledaños a la central hidroeléctrica, de otros pueblos de Antioquia y de otros departamentos de Colombia. 

Por ser una megaobra, desde que se inició su construcción, ha generado de manera permanente alrededor de 8.500 empleos. Actualmente, EPM confirma que, aproximadamente, 8.000 personas se encuentran trabajando en los diferentes frentes y que el 25 % son habitantes de los municipios del área de influencia del proyecto. 

Cuando ocurrió la obstrucción en el túnel de desviación auxiliar, algunos colaboradores manifiestan que sintieron un volcán de emociones, entre angustia, incertidumbre y miedo, porque en cuestión de horas la casa de máquinas quedó destruida; un sentir que fue superado porque pusieron toda su energía y actitud en su reconstrucción. Al día de hoy, sienten una alegría inmensa porque, próximamente, se va a inaugurar y agradecen a la institucionalidad y a Dios que haya logrado recuperarse. 

Debido a lo que ha experimentado en los 15 meses que lleva trabajando en la obra, el colaborador originario de Montelíbano, Córdoba, Rafael Sehuanes, expresa su sentido de pertenencia por ella: “Hubo muchas expectativas y dudas, y la verdad, es que -desde el municipio- pensamos y le rogamos a Dios que no se fuera a reventar esa represa”. Él dice que sería un honor “estar presente el día que se vaya a encender la primera turbina”: Además, recalca un hecho que le llena el alma: “Siento un gran placer porque, desde el proyecto, me están colaborando con la universidad de mi hija”.

Por los beneficios que Hidroituango le ha traído a la región y a sus comunidades, Yuliana Aguiar, habitante de San Andrés de Cuerquia y quien labora allí, afirma con optimismo que “con el proyecto va a haber más empleo y que esto por acá nunca se había visto”. Manifiesta que le cambió la vida “en lo económico y en muchas cosas”. Es tal su entusiasmo que invita a la gente a que vaya por esos lares “a mirar todo lo que se ha hecho”.

El supervisor de Seguridad y Salud en el Trabajo, César Julio Charrys López, quien es oriundo de Aracataca, Magdalena, y trabaja en la obra desde hace diez años, señala: “Desde la seguridad y salud en el trabajo, desde la ingeniería, desde la fortaleza que cada colaborador puso para que esto saliera adelante es algo bastante sorprendente”.

Con satisfacción, Deyson Andrés Suárez Arango, habitante de Guadalupe, Antioquia,  quien trabaja en el proyecto desde 2015 y actualmente está en el Área de Montaje Mecánico, afirma: “Es algo muy hermoso porque se ha logrado recuperar. Cada uno de mis compañeros, los que trabajamos acá, hemos puesto el granito de oro para que esto salga adelante y va a salir adelante con la ayuda del Señor, y todo va a terminar muy bien”.

Fue tal el susto ante el drama que despertó la emergencia que Sebastián, uno de los pintores de los pozos de presión, pensó que perdería el trabajo o una cadena de cosas peores para la empresa y la comunidad. Sobre la contingencia dice: “Pensé que iba a terminar en una forma más desastrosa”. Su amor por el proyecto es grande, por lo que le ha reportado a su vida: “Se siente una alegría de estar acá, de estar en este proyecto tan grande. Gracias a Dios estamos acá, estamos logrando nuestras metas”.

Otro tema destacable es que, una vez la obra empiece a generar energía, las actividades que requiera el proyecto para su operación y que no tienen que ver con ingeniería ni con la parte eléctrica y mecánica, como son el mantenimiento del embalse en torno a la extracción de las basuras, el cuidado de predios, el cerramiento de predios para proteger la restauración ecológica y la infraestructura comunitaria acordada con los alcaldes, entre otras, serán gestionadas por EPM a través de contratación social con Asocomunales y Juntas de Acción Comunal de los municipios del área de Hidroituango. Esto, con el fin de generar empleo en la zona.

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